Existen diversos tratamientos para la dependencia al alcohol, y es posible que muchos de ellos no resulten aceptables, éticos o psicológicamente adecuados. Sin embargo, éstos están determinados por diversos factores de índole moral, social y clínica. Afortunadamente, ahora también existen diversos tratamientos para el alcoholismo con fundamentos psicológicos, tales como:
a)
Modelos motivacionales
b)
Modelos cognitivo-conductuales y Entrenamiento en
habilidades de afrontamiento
c)
Tratamiento con exposición a estímulos
d)
Terapia familiar
e)
Terapia de grupo
f) Modelo
de reforzamiento comunitario
Todo tratamiento
de alcoholismo, parte de la motivación de cambio del paciente, ya que ésta
determinará su participación, compromiso y recuperación. Ante la falta de
motivación de cambio que frecuentemente existe en los pacientes con
alcoholismo, la confrontación familiar e incluso agresiva era una estrategia común;
sin embargo, hoy se sabe que esto puede aumentar la resistencia al tratamiento.
De aquí, es de donde surgen las estrategias generadoras de motivación, que
buscan, a través de la motivación interna y externa, crear cambios a corto y
largo plazo.
Dentro de los Modelos Motivacionales, podemos
mencionar a los siguientes:
·
Intervenciones Motivacionales Breves – Sesiones de
concientización sobre consecuencias negativas del abuso de alcohol, utilizados
para pacientes con dependencia al alcohol, mas no para pacientes adictos al alcohol.
· Entrevista Motivacional – Este es un modelo desarrollado por Miller & Rollnick, en el cual se asume que el paciente es responsable de cambiar su conducta adictiva y reconoce la ambivalencia como parte del proceso, utilizando técnicas de escucha reflexiva, exploración de pros y contras del cambio, inducción del deseo del paciente de cambiar y del cambio efectivo, y finalmente, la realimentación personalizada acerca de su conducta problema.
· Terapia de Mejora Motivacional (TMM)- Posterior a una entrevista intensiva, se realizan cuatro secesiones con los objetivos que a continuación se plantean:
o 1ª
sesión: Realimentación clara, estructurada,
y personalizada sobre: frecuencia de consumo, intensidad (número de bebidas por
sesión), nivel típico de intoxicación, riesgo de consecuencias negativas del uso
de alcohol, resultados en la función hepática y pruebas neuropsicológicas, y
factores de riesgo en relación al alcohol
o 2ª
sesión: Estrategias de fortalecimiento del compromiso del paciente para cambiar
o 3ª
sesión: Revisión de aspectos ambivalentes que aún permanecen en el paciente para
renovar la motivación y el compromiso de cambio
o 4ª
sesiones: Planes futuros del paciente
Dentro del Modelo conductual de tratamiento para el alcoholismo, podemos considerar la Terapia Cognitivo-Conductual de Habilidades de Afrontamiento (TCCHA), la cual, tiene como objetivo mejorar las habilidades cognitivas y conductuales del paciente cambiando sus conductas problemáticas, con lo que respuestas maladaptativas puedan ser “desaprendidas” y reemplazadas con conductas adaptativas. Tiene como elementos primordiales el análisis detallado del patrón de consumo, el manejo de situaciones por evitar o de respuesta con conductas alternativas, el uso de herramientas de entrenamiento (instrucciones, modelado, juego de roles y ensayo conductual).
Un modelo más, es el Entrenamiento en Habilidades de Afrontamiento (EHA), que tiene como objetivos:
a) Aumentar
las habilidades de afrontamiento del paciente y proporcionarle estrategias
específicas para afrontar la necesidad de beber ante una situación estresante o
con otra situación que está asociada con una alta posibilidad de beber.
b) Entrenamiento
de los pacientes en habilidades para mejorar las relaciones sociales estando
sobrio y para reducir los conflictos tanto en la familia como en el trabajo.
c) Mejora
en la utilización de habilidades de afrontamiento en situaciones de alto
riesgo.
El EHA, parte de la
evaluación de las áreas de vulnerabilidad del paciente, considerando aspectos: biológicas,
psiquiátricas coexistentes, factores de riesgo intrapersonales e
interpersonales y exposición a estímulos relacionados con la bebida.
Por otro lado, como mecanismos de protección y contención
de recaidas, tenemos modelos de Tratamiento
con Exposición a Estímulos (TAE), basados en modelos
de condicionamiento clásico de indicadores de alcohol y recaída, los cuales sugieren
que los estímulos ambientales que en el pasado estaban asociados a la bebida
pueden generar respuestas condicionadas, propiciando recaídas. Los principales
beneficios de este tipo de tratamiento son:
·
La exposición repetida a un estímulo asociado con la
bebida previene la respuesta habitual, disminuyendo
las reacciones aprendidas de manera habitual hasta una posible pérdida
permanente de la respuesta elicitada (salivación o ansiedad).
·
Incrementar tanto la efectividad de dichas
habilidades genera la creencia del alcohólico acerca de su habilidad para responder
de manera prudente en situaciones reales.
Sabiendo que el alcoholismo está relacionado con infinidad de trastornos relacionales en el medio familiar, es imprescindible que se efectúen Terapias Familiares como mecanismo fundamental para evitar situaciones que propicien la recaída del paciente. Una terapia muy común para ello son los programas de Doce pasos.
Uno de los programas más recurrentes
para el Tratamiento del alcoholismo, es la Terapia de Grupo, en la que podemos encontrar diversos modelos, desde
los grupos de autoayuda hasta los que pueden considerarse de intervención
profesional. Algunos ejemplos de ello son: grupos de familias, grupos
educacionales, psicodrama, grupos introspectivos, etc. Los principales beneficios
de este tipo de terapia son:
·
Mejora en grado de compromiso
·
Tasas más altas de abstinencia
·
Mejora en un número de variables relacionadas con
la calidad de vida
·
Mejora en su transición de tratamiento interno a
tratamiento ambulatorio
·
Son más proclives a volver a las citas de
seguimiento
Finalmente, el Modelo
De Reforzamiento Comunitario (MRC), es una estrategia integradora, basada
en el argumento de que para solucionar los problemas de alcohol es muy
importante reorganizar la vida del individuo de manera que la abstinencia resulte
más reforzante que la bebida, como tal se basa en proporcionar incentivos para
interrumpir la bebida más que administrar castigo por beber, básicamente el MRC
tiene dos objetivos principales:
·
Eliminación de las consecuencias positivas de la
bebida
·
Aumento del refuerzo positivo de la sobriedad
El proceso general del Modelo De Reforzamiento
Comunitario (MRC) se estructura de la siguiente manera:
1) Construcción
de la motivación
2)
Iniciando la sobriedad
3)
Analizando los patrones de consumo de alcohol
4)
Incremento del refuerzo positivo
5)
Entrenamiento de conductas
6) Implicación
de personas significativas
Bibliografía
Buela Casal, G., Caballo V, Sierra CJ (dir.) , Manual de evaluación en psicología clínica y de la salud. Ed. Siglo Veintiuno, Madrid. 1996 pp 426-440. Recuperado de:
MARTÍN, L.J. (2002).Tratamientos psicológicos, Dirección General de Atención a las Drogodependencias. Gobierno de Canarias. Recuperado de: